viernes, 31 de diciembre de 2010

La cola del viento

Pues ahora resulta que me paro con más frecuencia. Me quedo embobado contemplando algo tan simple como un árbol por la calle.'¿Pero quieres escucharme?' me dice mi mujer. Pero yo solo puedo pensar en que esa rama hay que bajarla un poco más. Al día siguiente vuelvo a pasar por el mismo sitio y vuelvo a pensar en lo mismo, y mi mujer me dice que parezco idiota.
En mi trabajo coleccionan bromitas a mi costa. Lo del tamaño es bastante socorrido para ellos. Uno me llama 'el hombre de los arbolitos pequeñitos', y hace una reverencia al saludarme. Hay otra que socarronamente me pregunta que qué tal los potos.
De vuelta a casa siempre reduzco la velocidad de mi coche al pasar por un lugar en el que hay un árbol, ya muerto en la cuneta, que parece que alguien podó y alambró de lo perfecto que está. Siempre hay alguién que me pita. Yo me extraño de que nadie más se pare a contemplarlo.
Ya en casa mi mujer me pide que saque al perro. Antes de hacerlo entro este roble y lo pongo en la mesa de la cocina para verlo mejor. Me quedo cuarenta minutos mirándolo. Apenas me muevo. Mi perro me mira ladeando la cabeza y me doy cuenta del tiempo que ha pasado. '¡Paaablo!, ¿vas a sacar al perro o no?'.
Finalmente salgo con la esperanza de que la farola de la esquina, la que está al lado del Mercadona, no este apagada, como estos últimos días, porque así puedo ver mejor el olmo del parque. La gente me ve mirando hacia arriba y me imita, con la esperanza de ver un ovni, digo yo.

No saben que como dice Extremoduro 'agarrado un momento a la cola del viento, me siento mejor'

Menos mal que los martes tengo la oportunidad de reunirme con locos como yo que me entienden.

martes, 14 de diciembre de 2010

Uno

No sé si habeis tenido la suerte de ver 'Up', una película de animación con dos caras, una para niños y otra para adultos. En esta película cada elemento tiene un significado que va más allá del aparente. Una casa que vuela con su dueño dentro, gracias a un monton de globos de colores... Las buenas películas, como los buenos libros, como cualquier obra de arte que se precie de serlo, son buenas precisamente porque reflejan una realidad alternativa que hay que descubrir con un poco de esfuerzo, pero que está ahí porque así lo ha querido el artista. En el mundo del bonsai hecho yo de menos esto, lo que me hace plantearme si realmente el bonsai es o no un arte.




De todas las cosas que me han explicado de los árboles en maceta, quizás lo que más emoción me ha producido es algo relacionado con los bosques. Con motivo del transplante de un bosque de arces, me explicaron que un bosque hay que tratarlo como si fuera un solo árbol. Al comienzo de su formación cada arbol mantiene su pan de raices, pero con el paso del tiempo éstas se van fusionando con las de los árboles de al lado y finalmente todos los árboles del bosque pasan a compartir las mismas raices: todos los árboles pasan a ser uno. No me digais que no se puede sacar petroleo de esta idea. Se puede llevar hasta al terreno religioso si se quiere. De hecho, me gustaría pensar que a todos los seres vivos (humanos o no) nos pasa lo mismo, todos somos uno, de manera que lo que hacemos a otros (humanos o no), ya sea para bien o para mal, nos repercute tarde o temprano también a nosotros.













Espero encontrar alguna razón más que demuestre que el bonsai es un arte. De esa manera, a lo mejor con el tiempo, cuando aprenda mucho más, logre trasmitir una emoción a alguien a través de un simple árbol. Mientras tanto os muestro el único bosque que tengo y que ha acabado en mis manos pasando por muchas otras.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Errores


Enero 2008

Mostrando la evolución de este árbol veo más claro lo errores que he cometido y que tienen como resultado que voy a llegar al destino un poco más tarde. Si lo pienso bien, es hasta algo necesario cometer estos errores, y en cuanto a llegar al diseño definitivo lo antes posible es algo relativo. De hecho, ¿no es esto lo que me llama más la atención de este arte?, me refiero a que se disfruta haciendo el camino y no llegando a la meta. ¿Hay meta a la que llegar, o a medida que te vas acercando te das cuenta de que te alejas cada vez más?


Pero digo que veo necesario cometer errores porque me he dado cuenta de que puedo leer mil veces algo sin entenderlo tan bien como cuando lo ves cuando cometes un error. Vamos, que es la mejor manera de aprender.

    
Enero 2009

En cuanto a 'la víctima', no sé que demonios me llevó a pensar que debía dejar crecer algunas ramas (sobre todo en el ápice). El resultado, si os fijais, es que la zona del ápice tiene ramas que ahora tengo que eliminar dado que no he conseguido una ramificación fina como corresponde a esta parte del arbol. Además, al haberlas dejado engordar tanto, he dirigido la fuerza del arbol a esta zona y no he conseguido que emita muchos más brotes. La solución es buscar en estas ramas (la de la derecha posterior y la de la izquierda anterior al ápice) algun brote cercano a la base que me permita desarrollar las ramas que hacen falta para rellenar todo ese espacio vacio tan feo. El secreto está en el pinzado y el alambrado en verde, que no lo tengo todavía muy controlado, de manera que se consiga la conicidad correspondiente.
Tengo que ser justo y decir que el martes pasado, tras llevarlo al taller, Escohotado le dio ese toquecito de la rama principal que diseña el arbol. También me habló del segundo ápice, el del árbol secundario. Hasta ahora yo no lo había considerado, así que me ha abierto una nueva perspectiva que ahora me hace ver el arbol de diferente manera y tener más claras las cosas. Alambré las ramas que me dijo y después él mismo las posicionó y colocó ese apice secundario que acompaña el movimiento del ápice principal, algo que también me llamo bastante la atención. En fin, que el martes pasado aprendí bastante en el poco tiempo que estuve. Además, también me dio unos tironcitos de oreja en cuanto al alambrado.
La cosa es que esto de los arbolitos cada día me gusta más, y aunque se que hay gente que ni siquiera mira los árboles por la calle, lo recomiendo como alternativa a Tele5.

Noviembre 2010

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Prejuicio

A la hora de aprender seriamente el arte del bonsai encuentro yo una dificultad que convierte este proceso en una eternidad. No me refiero al tiempo como herramienta ineludible para el desarrollo del árbol, sino al tiempo que tardas en dominar ciertas técnicas como el alambrado, el transplante, la poda...
Es decir, si tienes árboles de calidad en cantidad, tu aprendizaje evolucionará de manera más rápida, obviamente. El caso es que, como supongo que os pasa a algunos de vosotros, desearía tener más tareas a realizar para aprender de más seguido, pero tengo los árboles que tengo y el dinero que tengo.
Todo esto viene a que pueden estar en lo cierto quienes dicen que no se debe perder el tiempo en "árboles" que no merecen la pena, en simples tocones, en esquejes de dos años, en semillas. Sin embargo yo no entiendo muy bien esto, porque si bien es verdad que gastas energía en algo que a duras penas llegará a algo, esa energía que gastas está bien canalizada. Se aprenderá poco con esto, pero se aprenderá, ¿no?
Sin duda este tipo de opiniones con las que como digo no estoy muy de acuerdo tienen, al menos en mi caso, un peligro añadido, y es que generan un prejuicio que a mi modo de ver tiene poca relación con lo que yo entiendo como arte.
Con un añito de curso ya sabes ir a exposiciones y críticar los árboles que tú nunca llegarás a tener: "a ese árbol le cambiaba yo el frente", o "la rama esa la bajaba yo más, y esa otra la quitaba, total, no tiene conicidad ninguna". Vamos, que acudimos a las exposiciones predispuestos a la crítica, más que al deleite. Es esta una característica más propia de los españoles, creo yo.
Asi que decidido a luchar contra esto, me hago el proposito de vaciarme de prejuicios y lecciones mal aprendidas y me dispongo basicamente a disfrutar más.
¿Que las crasas no se pueden considerar bonsais?, pues muy bien, pero yo continuo; ¿que no vale la pena ese esqueje de arce?, pues nada, yo continuo. El caso es sacar algo de provecho de cualquier cosa mientras que no tengas 8 juniperos excelentes para trabajar.
Cuando empecé mi andadura, mi amigo Miguel me regaló un olmo que tenía un par de años y que había obtenido desde semilla. Había recolectado el mismo varias semillas de la calle, de esas que estamos hartos de ver y que incluso nos molestan. No valen dinero, se pueden recoger sin problemas del suelo.
El árbol estaba orientado hacia un estilo escoba en un principio, pero después de un año no me convenció este diseño  por la falta de conicidad del tronco y por la situación de las raices y quise empezarlo desde cero. Corté en la primera curva que imaginaba que había y que acompañaba en movimiento al nebari, y esperé que algún brote marcara el camino futuro.


Y asi hasta lo que es ahora, una vez alambrado y ya sin hojas. ¿Que no tiene ningún valor como bonsai?, ¿que no tiene futuro?, pues vale pero ¿y lo bien que me lo paso?

jueves, 21 de octubre de 2010

Víctima

Cuando compré este Pseudocydonia Sinensis me costó unos días nombrar la especie de corrido. En este caso la cuestión del diseño, al menos el comienzo de él, debía de estar un poquitico más clara. Es un doble tronco, lo que en Japón denominan sokan. Según John Naka las reglas para este estilo serían a groso modo estas:

1. Altura y tamaño diferentes en los dos troncos, pero por las leyes de la naturaleza obviamente el tronco más alto será el mas grueso también.

2. Los dos troncos no deben estar alineados, lo que quiere decir que habremos de elegir un frente en el que uno de ellos esté delante y el otro detras para proporcionar profundidad.

3. "Los árboles deben armonizar en la curvatura del tronco, en las ramas y en los arreglos de jin. Incluso la textura del tronco debería ser idéntica."

4. La primera rama del árbol más alto tiene que estár más alta que la primera rama del árbol más bajo. Esta la llamo yo regla Hermanos Marx.

Bueno pues en el caso de este modesto árbol diría yo que tenemos la base. Ahora viene lo complicado.
Dado que este árbol tiene una peculiaridad curiosa, una cicatriz sin cerrar que recorre el tronco principal de abajo a arriba, en un primer momento se quiso resaltar esto estableciendo el frente de manera que esa cicatriz se mostrara sugerentemente pero no directamente. Este frente me lo sugirió Juan José Bueno a cuyo taller asistía hace un par de años.
No se porqué razón fui abandonando poco a poco esa idea y fui desplazando el frente un poco hacia la izquierda. Supongo que llevado por la ramificación, no se.
El caso es que para un novato como yo, hasta que no se ven un par de ciclos en una especie, no se sabe como funciona el árbol, con lo que no puedes tener claro tampoco lo que tienes que hacer en cuanto al diseño. No se si me explico, pero lo cierto es que todavía tengo muy pocas cosas claras en esto del bonsai. Lo de las normas de John Naka se entiende bien, parece facil, pero el cultivo debe acompañar todo esto.
Con este árbol empecé a hacer bonsai, así que digamos que es un cuaderno de apuntes, o así lo quiero ver yo.
En cuanto al cultivo, tiene algunas rarezas. Brota muy temprano, con lo que el transplante he de hacerlo en enero, pero lo curioso de este árbol en concreto es que le cuesta otoñar bastante, con lo que he observado como empieza a abrir las llemas antes incluso de perder la hoja. Me aconsejaron que lo dejara en el lugar más frio del patio para favorecer que otoñara, pero ni aun asi. Veremos a ver este año, aunque por el camino que va (aun no ha parado el crecimiento), no se, no se. Lo bueno que tiene es que ha aguantado tanto el frio, brotando durante el tiempo de las heladas, como el calor sofocante de mi zona. Además de momento no he observado que haya sufrido ninguna plaga de insectos ni enfermedad alguna.

De momento ramifica bien y me ha engordado un tanto.
Y aqui sigue, a mi lado, sufriendo mis indecisiones y mi falta de constancia. Es la víctima de una persona un tanto insegura.

domingo, 17 de octubre de 2010

Fluir

Ultimamente el término que más me influye a la hora de tomar una decisión en cuanto al diseño primario de algún árbol es ese del fluir. Se lo he oido a todos los que de alguna manera me han enseñado algo en esto del bonsai, en especial a Juan.
Se trata de que todos los árboles fluyen hacia una dirección concreta, y eso hace que todo el diseño del árbol se vea marcado por eso. De esta manera si alguna rama contradice ese fluir es relativamente facil distinguirlo y corregirlo. Supongo que es algo muy relacionado con eso que también he oido mucho de respetar la naturaleza del árbol.
Más que influenciado, obsesionado con este concepto, afronté el diseño de este ficus.
Cuando lo adquirí la única idea que me rondaba por la cabeza era transplantarlo para quitar de mi vista la maceta en la que venía. Además, había unas supuestas raices aereas que me horrorizaban de igual manera. Así que lo transplanté, le podé esas 'raices' que no me gustaban, lo defolié, y así lo deje un añito sin tocarlo apenas. Este año, lo volví a podar y a defoliar, y alambré teniendo un poquito más claro el camino a seguir.


Ha crecido bastante durante el verano, y hace poco volví a alambrarlo siguiendo lo que para mi es el fluir del árbol hacia la derecha. En el futuro tengo que mejorar el nebari creando nuevas raices. Para eso habré de enterrar más el arbol para mantener la humedad suficiente, y a medida que surgan raices ir desenterrando poco a poco e ir colocándolas. Todavía no he hecho eso en ningun árbol, a ver que tal me sale.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Crassulas

Estas plantas no es que tengan gran valor como bonsais, pero no dejan de ser resultonas, sobre todo si les prestas un poco de cuidado. A mi lo que más me ha llamado la atención es lo que puede llegar a crecer en tan poco tiempo. Además a esta en concreto le guardo un especial cariño. Procede de un esqueje de una planta de una tía mía que vive en Sevilla, que a su vez procede de un esqueje de la que tenía mi abuela en Antequera en su patio. Asi que en cierto modo la tengo como planta familiar (es el valor que yo le he dado) y que representa, como en su día dijeron en la peli 'Parque Jurásico', que la naturaleza se abre camino pase lo que pase. Fuera de bromas, os dejo una foto del 2008 y otra de este verano, antes de trasplantarla.



Y este es el aspecto ya transplantada y podada. La idea es que no crezca más en altura y que se vaya formando la ramificación. He dejado que se desarrollen algunos brotes en la base para que aumente un poco el, por ahora, inexistente nebari y ahora veremos a ver donde me lleva esta planta. Necesito una rama en el tronco de la derecha, como a un tercio de la altura total del árbol. Esta sería la rama principal, creo yo. No me preocupa que ahora no haya nada, porque como dice un amigo mio, brota hasta de la maceta. Tampoco he probado a alambrarla, la formación tendrá que ser mediante poda y pinzado, eligiendo los brotes que salgan en la dirección adecuada y suprimiendo los demás.


El problema es el mismo que tengo con los ficus: el invierno no es el apropiado. El año pasado tuve la suerte de contar con un invernadero donde creció durante todo el tiempo (de ahí su evolución), pero este año veremos a ver lo que hago. Quizás se traslade de prestado a casa de mi hermano, en Málaga, donde no hay las heladas que hay en estas tierras alcarreñas.


Esta otra es una planta que compré en un vivero en Alicante. Allí vi algunos bares que tenían crasas plantadas en latas con troncos de 20 centímetros. Tengo pensado trasplantarla a una kurama para que sea una bonita planta para enseñar a las visitas que no saben mucho de bonsais (jeje...)


lunes, 30 de agosto de 2010

Riego

Por lo visto el riego es una de las herramientas más importantes para el desarrollo correcto de un bonsai. Me refiero a saber manejar el riego teniendo en cuenta la especie del arbol, la fase en la que se encuentra en cuanto al diseño, el tamaño de la hoja que quieres alcanzar, etc...
Porque claro, más o menos todos tenemos claro cuando y de que manera tenemos que regar para que el bonsai siga vivo. Sin embargo el control del riego como herramienta de diseño me resulta a priori sumamente complicado.

Por otro lado creo yo que todos los que pasamos tiempo observando nuestros árboles, día tras día, fijándonos en los detalles de su evolución, desarrollamos una, digamos, intuición que nos susurra al oido cuando debemos regar y cuando no, a modo de conciencia. Me da a mi que esto no solo no es suficiente sino que nos puede llevar por mal camino.

Pero bueno, la idea de esta entradilla no es hablar de este riego, sino del riego automático, el riego traidor que lo llamo yo. El año pasado perdí un granado nejikan bien majete por culpa de una mala planificación del riego automático, mientras me ausentaba unos días de casa. Solo hicieron falta tres días de verano con calor+viento para que se fuera al otro barrio. Ya de por si el viento es peligroso para los bonsais por muchas razones, pero si mezclamos viento con calor, a no ser que tengas bien hidratados los árboles, la cosa es de lo más peligroso.

El caso es que este año me propuse realizar otro sistema dado que tenía claro que el que tenía instalado no era para nada el adecuado. Yo usaba esos microdifusores que venden en todos los centros de bricolaje y en algunos árboles clavaba unos goteros bastante incomodos de regular.
Asi que pedí consejo al profe Escohotado y me dijo que él utilizaba unas lanzas de riego un tanto peculiares. Me hizo un dibujo pero no logré encontrar ni ver nada parecido. A la semana siguiente trajo al taller una de esas lanzas, pero aun asi no encontre vivero alguno donde las vendieran. En un vivero las vi pero no las comercializaban, solo las tenían para regar ellos, mira tú.





Al final me toco comprarlas online en la única tienda de bonsais donde las encontré, y no solo las lanzas, sino tambien el tubo-manguera (de 3.5mm) y los conectores en T y los que unian este con la manguera madre, que tambien eran de una medida que no encontré pues todo lo que venden en los viveros que he visto o en los centros de bricolaje es de mínimo 4 mm. Vamos que me salió carillo.

Las ventajas de este sistema con respecto al 'tradicional' son varias. Por un lado y dado que el agua se "escapa" por una pequeña fisura que queda entre el tubo y el plástico y que acaba en un resbalón que la orienta, se necesita menos agua. El agua va donde tú quieras que vaya (describiendo un pequeño arco), ya que puedes orientar la lanza según te convenga, pero siempre al sustrato. En un minuto o dos a lo sumo riegas todos los árboles.
Otra ventaja es que no se produce una acumulación de cal en la salida del agua, como en los microdifusores que usaba antes y que los inutilizaba o disminuia su caudal con el consiguiente problema, si no te dabas cuenta.
Ademas, las lanzas tienen otro conector al tubo que condena la salida del agua, de manera que si te interesa no regar un árbol en concreto puedes quitar el tubo de un lado y ponerlo en el otro para que el agua no salga, asi de simple. Casi siempre las cosas menos sofisticadas y más sencillas son las mejores.




En fin, que este año no he perdido ningún árbol. De momento...


miércoles, 18 de agosto de 2010

Alambrado





La semana pasada me lancé y me puse a alambrar la azalea que os mostré en la entrada anterior. La colocación estaba más o menos encauzada, pero las ramas tendían todas a subir en el extremo, y otras a mi modo de ver sobraban claramente. Viendo con detalle la foto detecto numerosos errores en el alambrado, pero esto me servirá para mejorar el próximo que realice. He de estar muy pendiente porque el alambre se marca en las azaleas con mucha rapidez. También he puesto algunos tensores para bajar ramas que de otra manera no habría sido posible.

Si os digo la verdad, este es el primer arbol serio que alambro en su totalidad, y cada vez me gusta más. Eso de buscar los caminos más adecuados para pasar el alambre es bastante adictivo, aunque al principio desespera porque tienes que desalambrar muchas veces por lanzarte prematuramente.







También me he dado cuenta de que falta que algunas ramas crezcan un poco más (se puede apreciar en la última foto) para conseguir el efecto escalera (si lo puedo llamar así) que es de lo que se trata.
Todavía existen ramas que entiendo que sobran, aunque de momento no voy a quitarlas. Ya veremos.

lunes, 2 de agosto de 2010

Azalea



Con el alma en vilo me ha tenido el arbol que probablemente tenga más 'valor' entre todos los que poseo. Decidí guisármelo yo solo y aunque se preveía un transplante complicado, teniendo en cuenta el que considero mi nivel, lo llevé a cabo sin ayuda.
En la foto de arriba la veis recién comprada.




Un error que cometí fue dejarle practicamente todas las flores llevado por el entusiasmo de verlo en su esplendor. Otro posible error consistió en la época en que lo realicé, que fue después de la floración. Prácticamente ya opina todo el mundo (en contra de lo que antes se pensaba y pone en los libros, no solo japoneses sin también españoles) que el transplante ha de hacerse cuando empieza a brotar, al menos en zonas climáticas como la mía: calor, sol y falta de humedad.





Sin embargo, viendo que se me había pasado el tiempo y que no tenía tampoco una maceta adecuada, y además movido por experiencias anteriores con buenos resultados, me decidí a hacer el transplante tras la floración, hace un mes y pico, creo recordar.
No quise hacer fotos del proceso para no distraerme, así que lo únco que tengo es las fotos del antes, y la del después ya completamente brotada.
Después del trasplante protegí el arbol del sol con un toldo improvisado que levantó las críticas de mi mujer, e instalé un pulverizador que se ponía en marcha varias veces al día.
Me llevé una sorpresa grata en cuanto a la base, bajo el nebari, puesto que pensaba que él sustrato estaría de la misma manera que en el resto de las zonas (como una piedra), pero la verdad es que estaba bastante planito y la kanuma estaba suelta porque apenas había raices.
Finalmente dejé las ramas a dos hojas y le puse una velita a todos los santos que conozco y no me conocen.
De momento la cosa ha funcionado y la azalea no para de brotar por todos los lados.
Ahora debo aclarár ideas y dudas en cuanto a la colocación de las ramas. No me he atrevido a alambrarlo para no darle más caña.







domingo, 27 de junio de 2010

Sabina



Esta sabina supone mi primer contacto con la especie. La adquirí gracias a mi amigo Paco y como en casi todos los árboles que tengo, no dediqué demasiado tiempo en decidir comprarla. Supongo que es ahora cuando quizás me haya vuelto más reflexivo a la hora de elegir. Así estaba la sabina el pasado marzo.

Puede parecer algo evidente pero para mi ha sido todo un descubriemiento el hecho de observar los árboles desde todos los ángulos posibles. Yo tendía siempre a quedarme con el ángulo más evidente, y eso te limita el diseño, claro. Observando como Juán Escohotado da la vuelta a los árboles utilizando cuñas de madera para estabilizarlos en el piso y poder girarlos para decidir cúal es el frente y cúal es la parte trasera, observando esto digo, se me aclararon muchas ideas. Repito que puede ser muy evidente para algunos, pero yo he dado este paso hece poco tiempo.

Juán volteó mi sabina y con la ayuda de una maceta vacía colocó el árbol tal y como quería que fuese. No le quedaba claro como hacer compatibles las dos partes del árbol, la copa de la derecha era más evidente, pero la rama de la izquierda no tenía mucho sentido en el diseño. Me sugirió dos cosas: hacer un acodo para aprovechar y obtener un segundo arbol que era también bastante interesante, o hacer un jin con esa parte que de alguna manera congeniara con el resto del arbol.

En cualquier caso me dijo que lo alambrara y formara la copa de la derecha. Así me quedo, pero el redujo todavía más la copa para equilibrárlo más con la delicadeza del tronco principal, muy delgado y con curvas marcadas que lo acercaban casi a un literati.




Llegada la hora del transplante observamos que existía una tercera opción que no se contempló en un primer momento. Resulta que las raices surgían desde dos puntos y podíamos hacer coincidir cada uno con una parte del arbol para dividirlo en dos. Esta operación dejamos que la realizara el maestro que, en unos segundos, partió la madera muerta del arbol y respetando la vena viva y aprovechando la zona donde se dividía en dos, la llevó a cabo con éxito.
También en el transplante recibí ayuda de mis compañeros en el taller, y de esta manera ahora tengo dos sabinas, en vez de una.

Sabina nº 1:




Sabina nº 2


Los frentes todavía no están del todo definidos, creo yo, sobre todo el de la sabina 2. Pero ahora no los voy a tocar mucho ya que el objetivo primordial es mantenerlos sanos y que desarrollen un buen sistema de raices para poder trabajarlos con seguridad.

miércoles, 23 de junio de 2010

Arte


Se que es pretencioso, pero no me interesaría el bonsai sino fuera por lo que tiene de relación con el arte. Supongo que es porque me dejé algo atrás, algo que no pude encontrar porque no lo busqué. El bonsai como expresión de emociones, eso es lo que me interesa, a eso aspiro.
Esto lleva implícito una parte estética y otra parte que también me fascina: participar en la naturaleza, ser consciente del paso de las estaciones de una manera, digamos, activa. Esto último creo que no lo puedo transmitir con palabras. Lo más cercano que puedo llegar a decir es que yo, antes, me abrigaba cuando venía el frio y me ponía las chanclas cuando llegaba el calor. A eso me limitaba. Ahora no soy consciente del paso del tiempo cuando observo mis árboles; de repente miro el relog y han pasado dos horas, y lo único que he hecho ha sido mirar como la hoja de un arce simplón "pierde la comunicación con el árbol" y de un día para otro, antes de caer, antes de morir, deja lo mejor de si. Es un momento efímero que contiene... el sentido de la vida.

Sospecho que si sigo con esto llenaré mi tiempo de esas emociones y quizás seré capaz de expresarlas.

sábado, 12 de junio de 2010

Vid






Cuando ya el veneno del bonsai me empezaba a hacer efecto, leí un magnífico post en portal bonsai sobre el cultivo de las vides como bonsais. No tardé en hacerme con una a través de una página web francesa que las vendía online. Cuando la recibí la emoción se tornó en una cierta decepción: ¿qué haría yo con esto? ¿por dónde empezar?, todo parecía tan facil al leer el post. Esta es la susodicha tal y como llegó a mi casa: en una maceta plana de plástico y plantada en grava volcánica en su totalidad.



Total, que me pudo ese sentimiento que de vez en cuando todos tenemos de 'no voy a ser capaz de sacar provecho por mi mismo de este ejemplar', de manera que perdí un par de años manteniéndola viva, simplemente. Lo único que se me ocurrió hacer fue transplantarla en una maceta de entrenamiento.

Supongo que perdí esos dos años pues si algo he aprendido es que hay que cultivar en función del diseño que le vas a dar. Sino es como dar palos de ciego, no avanzas, lo único que a lo sumo consigues son uvas.


Así que en primavera de este año, vencí mi miedo e intenté ver la parra en el futuro y en base a esa imagen elaboré un camino a seguir. En resumen: elegí un estilo y concreté cual debía de ser el frente del arbol. La cosa la vi más o menos clara más por eliminación que por otra historia. Un semicascada.


Eliminé las partes de la madera muerta que no acompañaban el diseño, la parte derecha del árbol. Para hacer esto tuve que delimitar bien las partes del árbol que estaban vivas de las que no. En el citado post parecía bastante facil, pero a mi me resultó complicado y, de hecho, todavía existen zonas que no trabajé bien. Después, con la ayuda de una dremel trabajé la madera muerta del árbol, y esto lo hice sin saber muy bien como y de que manera.

Finalmente traté la madera muerta con liquido de jin y la transplanté a una maceta esmaltada que me sugirió un compañero del taller al que asisto.



Existe un problema grave que de momento no tengo muy claro cómo solucionar. Si os fijais en la última foto es muy evidente. Al darle la nueva posición al árbol resulta que las raices no nacen desde el que ha de ser el nuevo nebari sino de mucho más a la izquierda. Además, existe una zona entre estas y el nebari, de madera muerta, que corre el riesgo de pudrirse pues está bajo tierra. Habrá que tener cuidado con esto y tratar con liquido de jin en futuros trasplantes. En cuanto a la ramificación, pensaba que sería más complicado, pero voy aprendiendo a alambrarla en verde teniendo bastante cuidado. También he podido comprobar lo bien que le sienta el defoliado no ya para reducir el tamaño de las hojas sino sobre todo para producir ramificación secundaria.

Este es el aspecto actual de mi vid. En el futuro tengo que solucionar el problema de las raices, desplazar el arbol a la izquierda, hacia el centro de la maceta (cosa que ahora ha sido imposible), y construir la copa llevando la ramificación un poquito hacia la izquierda también.

Espero que os guste.



miércoles, 9 de junio de 2010

Tomillo


Esta es una muestra de mi aprendizaje autodidacta. Se trata de un tomillo que recuperé hace un par de años. Es curioso porque crecía desde el mismo asfalto, como otros muchos. No sé porqué me llamó la atención precisamente este, ya que apenas tenía una curva bonita y poco más. Los habia mucho más retorcidos, la verdad, pero me traje este. Lo saqué en septiembre y lo planté en un sustrato poco adecuado que tenía por casa.

Este año cuando empezaba a brotar lo transplanté y lo alambré, podando las ramas que no me eran adecuadas para el diseño que pretendía. Aprendo sobre la marcha porque lo cierto es que no sé como se desarrolla esta especie como bonsai. Por lo que he oido tiene cierto parecido con los romeros: se mueren sin razón aparente y de la misma manera secan sus ramas. De momento está bien en una nueva macetita y con un sustrato adecuado.

Comienzo

Los comienzos en esto del bonsai son inevitablemente muy lentos y difíciles. Lentos porque dado que aquí no es un arte establecido sino una afición más o menos reciente, has de aprender de forma autodidacta en el peor de los casos o a través de los consejos de compañeros de asociación en el mejor de los casos. Son también difíciles porque para practicar necesitas material que no es facil de conseguir.
En mi caso tuve la suerte de encontrar primero la asociación, El Círculo del Bonsai, en Alcalá de Henares.

Mi intención con este blog es dar un paso más, perder el miedo a enseñar mis errores, hacer participe a los demás de mi evolución (si es que se produce). En fin, el objetivo es seguir aprendiendo. Si vienes con la intención de recibir consejos o lecciones, mejor que cambies de blog porque no soy el adecuado: lo reconozco, este blog me servirá más a mi que a ti.

Bienvenido.